Durante esta etapa se identifica la zona de estudio (ubicación, área, geometría, etc.), y se revisa preliminarmente la información climática, geológica, estratigráfica, hidrogeológica, geomorfológica, geofísica y química general disponible y relevante, con el fin de realizar un análisis previo de las condiciones y favorabilidad del sector de estudio.
Al final de esta etapa se define la ubicación de los puntos geofísicos a realizar, así como también su cantidad y la distribución idónea de estos según los requerimientos del cliente y las características de la zona a explorar, tomando en consideración para la propuesta final también otras características locales no geológicas que pudiesen influir directamente en la campaña geofísica, calidad de aguas o potencial de los acuíferos existentes.